la próxima vez que escuches a Borodin…

La próxima vez que escuches a Borodin de Charles Bukowski

La próxima vez que escuches a Borodin
recuerda que sólo era un químico
que escribía música para relajarse,
su casa estaba llena de gente:
estudiantes, artistas, borrachos, vagabundos,
y él nunca sabía cómo decir:no.
la próxima vez que escuches a Borodin
recuerda que su esposa usaba sus composiciones
para forrar la caja del gato
o para cubrir jarras de leche agria;
ella tenía asma e insomnio
y lo alimentaba con huevos hervidos
y cuando él quería taparse la cabeza
para acallar los sonidos de la casa
ella sólo le permitía usar la sábana,
además, siempre había alguien en la cama de él
(dormían separados, cuando dormían)
y como todas las sillas solían estar ocupadas
a menudo dormía en la escalera
envuelto en un viejo chal
ella le decía cuándo cortarse las uñas,
no cantar, o silbar, o poner demasiado
limón en el té, o apretarlo con una cucharilla
Sinfonía n° 2 en Si menor.
Príncipe Igor
En las Estepas de Asia Central
él sólo podía dormir poniéndose un
pedazo de trapo oscuro sobre los ojos
en 1887 concurrió a un baile
en la Academia de Medicina
vestido con el traje de fiesta nacional
al final, parecía excepcionalmente alegre
y cuando cayó al piso
creyeron que se hacía el payaso.
la próxima vez que escuches a Borodin,
recuerda…

surrender

Ahora que un anuncio de Coca-cola juega con la nostalgia y recuerda aquellas grabaciones de videoclips que hacíamos en cintas VHS, voy a colgar el inicio del primer concierto que compré en mi adolescencia. He podido ver estos cuatro minutos cientos de veces y todavía me siguen gustando como entonces. En aquellos tiempos Bono no andaba tan preocupado por conseguir el premio nobel de la paz como ahora…

heavy metal never dies

Intento ir a correr cuando salgo del trabajo para gastar las pocas energías que no he empleado delante de la pantalla. Y me suelo llevar música donde prima más el ritmo que la melodía. Últimamente se me ha ocurrido cargar el reproductor con los marulos de Rammstein y creo que deberían de recomendarlo en la teletienda para adelgazar. Curiosamente siempre coincide esta canción (el aleatorio de mi reproductor funciona de pena) en una cuesta de las duras. Pero a grito de «Rein Raus» me la como con patatas!!!

Por cierto, todo esto me recuerda ese anuncio (no recuerdo la marca) de un tipo pretendidamente sofisticado que va en un coche escuchando música: que si jazz, que si radio clásica… en un semáforo se para a recapitular un momento y se dice a sí mismo ¡si lo que más me gustaba de joven era el Heavy Metal!

Pues eso, va por el Santi siempre fiel a sus Iron Maiden o el Rubén que el otro día se me emocionó recordando los buenos tiempos de Ozzy y Motörhead. Gracias a los dos por haberme rescatado a la tierna edad de doce años de Modern Talking (na na chubi chubi chubiiiii, chubi catachuuubiiiii)

Y de postre, os pongo el vídeo de Rammstein…

la mer – boum

Ayer, un personaje de Lost comenzó a cantar La mer al final del capítulo. En casa tengo la versión original de Charles Trenet, pero investigando por ahí he encontrado que existen cerca de 400 versiones diferentes de la canción. Y buscando buscando, me he encontrado con esta otra canción del francés: alegre, rápida, onomatopéyica… BOUM!

Mais… boum!
Quand notre coeur fait boum
Tout avec lui dit boum
Et c’est l’amour qui s’éveille

ute lemper

Ya he vuelto a la ciudad después de unos cursos en la capital. Poco a poco iré llenando este rinconcito con algunas cosas que allí me han sucedido.

Para comenzar de nuevo con buen pie, os voy a poner a Ute Lemper y el «Mein Herr» de Cabaret. Este viernes y sábado estará en mi ciudad…