Que Dios bendiga las islas solícitas
donde las órdenes nunca van a llegar
que Dios bendiga las Republicas justas
que den al hombre un hogar…
Rudyard Kipling – Los hombres rotos
Venid, amigos míos
No es demasiado tarde par buscar un nuevo mundo.
Zarpemos, y bien sentados boguemos juntos
los resonantes surcos; pues me propongo
navegar más allá de donde se ponen
todos los astros de Occidente, hasta que muera.
Es posible que las corrientes nos arrastren:
es posible que demos con las Islas Felices
Tennyson – Ulises
Del prefacio de Las islas felices de Oceanía, de Paul Theroux