No se es juez de la pena ajena, lo que a uno le contenta a otro le aflige; los corazones tienen secretos distintos, incomprensibles para otros corazones.
No discutamos a nadie sus sufrimientos; con las penas ocurre como con las patrias, cada uno tiene la suya propia.
Aportado por Manu que se está leyendo las Memorias de Ultratumba enteritas
Que son una inagotable fuente de reflexiones increíbles…..